Al descifrar la genética de humanos y peces, los científicos ahora creen que el cuello les dio a los humanos tanta libertad de movimiento que jugó un papel sorprendente e importante en la evolución del cerebro humano , según han publicado neurocientíficos de la Universidad de New York y la de Cornell, en la revista Nature Communications.
Entre las cosas asumidas están que las aletas pectorales de los peces y las extremidades anteriores (brazos y manos) de los humanos están inervados -receptores de nervios- por las mismas exactas neuronas. Después de todo, las aletas de los peces y los brazos de los humanos parecen estar en el mismo lugar del cuerpo. Pues no es así.
Entre las cosas asumidas están que las aletas pectorales de los peces y las extremidades anteriores (brazos y manos) de los humanos están inervados -receptores de nervios- por las mismas exactas neuronas. Después de todo, las aletas de los peces y los brazos de los humanos parecen estar en el mismo lugar del cuerpo. Pues no es así.
Durante la transición a nuestros primeros ancestros, desde los peces a los habitantes terrestres, que dio origen a los mamíferos en posición vertical, el origen neuronal que controla directamente las extremidades anteriores se trasladó desde el cerebro a la médula espinal, así como el tronco se alejó de la cabeza apareciendo el cuello . En otras palabras, los brazos humanos, como las alas de los murciélagos y las aves, se separaron de la cabeza y se fueron ubicando en el torso, por debajo del cuello.
"Un cuello permite la mejora del movimiento y la destreza en los ambientes terrestres y aéreos", aclara Andrew Bass, profesor de neurobiología y comportamiento en la Univ. de Cornell, y autor de la publicación. "Esta innovación en la biomecánica, se desarrolló mano a mano con unos cambios en el sistema nervioso que controla nuestros miembros."
Bass explicó que, este inesperado nivel de plasticidad evolutiva, probablemente explique la increíble gama de capacidades de las extremidades anteriores, desde el vuelo de las aves y el nadar de las ballenas y delfines, hasta la increíble sincronización que implica el tocar el piano de los humanos.
عند فكّ الشيفرة الجينية لدى البشر والأسماك، يرى العلماء، الآن، بأن العُنق قد أعطى للبشر حريّة الحركة، التي لعبت دوراً مُدهشاً وهاماً في تطور الدماغ البشريّ؛ وفق دراسة، نشرها علماء أعصاب بجامعة نيويورك وجامعة كورنل في مجلة إتصالات الطبيعة. (الدراسة منشورة في 27 تموز يوليو العام 2010).
من بين الأشياء الملفتة، تتوزع الأعصاب في الزعانف الصدرية للأسماك والأطراف الأمامية (الذراعان واليدان) للبشر – كمُستقبلات أعصاب – منطلقة من ذات العصبونات بالضبط. بعد كل شيء، الزعانف في الأسماك والذراعان عند البشر، لا تقع في ذات المكان من الجسم.
خلال الإنتقال من الأسماك الى أوائل أسلافنا البريّة، والذي أعطى الأصل لظهور الثدييات بوضع رأسيّ، إنتقل الأصل العصبي، الذي يضبط بشكل مباشر الأطراف الأمامية، من الدماغ الى النخاع الشوكي، ما أدى، بالتالي، لإبتعاد الجذع عن الرأس فاسحاً المجال لظهور العنق.
بكلمات أخرى، الذراعان البشريان كما أجنحة الخفّاش والطيور، قد إنفصلت عن الرأس وتموضعت تحت العُنق على الجذع.
وبحسب تصريحات عالم الأعصاب أندرو باس:
"يسمح العُنق بتحسين الحركة والمهارة في البيئات الأرضية والجوية".
وتابع قائلاً:
"تطوّر هذا الإبتكار في الميكانيكا الحيوية يداً بيد مع بضع تغيرات في النظام العصبي الذي يضبط أعضاءنا".
شرح باس هذا المستوى غير المُتوقّع من المرونة التطورية، الذي في الغالب، يفسّر الحزمة الهائلة من قدرات الأطراف الأمامية، من طيران الطيور وسباحة الحيتان والدلافين وصولاً إلى التزامن المُذهل الذي يحتاجه العزف البشري على البيانو بأصابع اليدين!!!
ليست هناك تعليقات:
إرسال تعليق