Puede la ciencia explicarlo todo هل يمكن للعلم تفسير كل شيء؟ Can science explain everything - <center> Fénix Traducción فينيق ترجمة Phoenix Translation </center> Fénix Traducción فينيق ترجمة Phoenix Translation : Puede la ciencia explicarlo todo هل يمكن للعلم تفسير كل شيء؟ Can science explain everything

2013-04-23

Puede la ciencia explicarlo todo هل يمكن للعلم تفسير كل شيء؟ Can science explain everything

La investigación científica comienza siempre con algunas preguntas. A menudo nos preguntamos cosas del tipo “¿cómo evitar la recesión?”, o tal vez “¿qué utilidad podríamos darle a esta propiedad que acabamos de descubrir en los superconductores?”. También intentamos responder preguntas como “¿cuál era la disposición de los continentes hace 1000 millones de años?”, o “¿hay algún elemento estable con un número atómico mayor que 120?”. Pero la mayor parte de las principales preguntas que han guiado y guían la investigación científica son diferentes; en ellas preguntamos por qué: “¿por qué las manzanas maduras caen de los árboles, pero la luna no cae del cielo?”, “¿por qué las cenizas pesan más que la madera que hemos quemado?”, “¿por qué heredan los nietos algunos rasgos de sus abuelos, cuando esos rasgos no estaban presentes en los padres?”, “¿por qué un chorro de electrones genera un patrón de interferencias al pasar a través de una doble rendija, si cada electrón sólo pasa por una de las rendijas?”.
Respondiendo al primer tipo de preguntas procuramos mejorar nuestra capacidad de adaptación al entorno, ampliar nuestras posibilidades de acción o de elección. Respondiendo al segundo tipo de preguntas intentamos averiguar cómo es el mundo que nos rodea, describirlo. Con las de la tercera clase buscamos más bien explicar los hechos, es decir, entenderlos. Por desgracia, no parece que esté demasiado claro en qué consiste eso de “explicar”, qué hacemos exactamente con las cosas al entenderlas, y sobre todo, por qué son tan importantes para nosotros los porqués, qué ganamos con ellos que no pudiéramos obtener tan sólo con respuestas a las dos primeras clases de preguntas (las prácticas y las descriptivas).
En la noción de explicación se mezclan de manera intrigante aspectos objetivos y subjetivos. Al fin y al cabo, comprender algo es un suceso psicológico, algo que ocurre en la mente de alguien; pero, en cambio, cuando intentamos dar una explicación de un hecho, solemos acudir a diversas propiedades del hecho en cuestión. ¿Por qué algunas de esas propiedades tendrían que ser más relevantes que otras a la hora de conducirnos al estado mental que llamamos “comprender”? Las principales teorías que ofrece la filosofía de la ciencia sobre la naturaleza de las explicaciones se centran, precisamente, en los aspectos objetivos:
por ejemplo, se considera que un hecho ha sido explicado cuando ha sido deducido a partir de leyes científicas (Carl Hempel), o cuando se ha ofrecido una descripción apropiada de su historia causal (Wesley Salmon), o cuando se muestra como un caso particular de leyes más generales, que abarcan muchos otros casos aparentemente distintos (Philip Kitcher). También se considera que algunos hechos -sobre todo en biología- son explicados cuando se pone de manifiesto su función, o cuando -en este caso en las ciencias humanas- se ponen en conexión con las intenciones o los valores de los agentes involucrados. Hablamos en estos dos casos de “explicación funcional” y “explicación teleológica”, respectivamente. Estas concepciones de la explicación ya no son tan populares como en otras épocas, pero, en mi opinión, ambas serían ejemplos de “explicación causal”.
Pues bien, la cuestión es, ¿por qué pensamos que entendemos un fenómeno precisamente al conocer sus causas, o al conocer su relación con otros fenómenos aparentemente distintos, más bien que al conocer su duración, su localización, sus posibles usos, o cualquiera otra de sus propiedades? Una posible respuesta, tradicionalmente asociada al pensamiento de Aristóteles, sería la que identifica el significado de “comprender” con “conocer las causas”; pero esto da la impresión de ser poco más que un juego de palabras. Otra posibilidad, tal vez más coherente con las intuiciones de viejo filósofo griego, consistiría en concebir nuestros conocimientos no como una mera enciclopedia, o una simple pirámide, en la que cada pieza se va acumulando a las demás, sino como una red de inferencias, en la que el valor de cada ítem depende sobre todo de lo útil que sea para llevarnos a más conocimientos cuando se lo combina con otros ítems.
A veces conseguimos añadir una pieza a nuestros conocimientos que produce un resultado especialmente feliz: los enlaces inferenciales se multiplican gracias a ella, y a la vez se simplifican, haciéndonos más fácil el manejo de la red. Es decir, entendemos algo tanto mejor cuanto más capaces somos de razonar sobre ello de manera sencilla y fructífera.
La última frase contiene un matiz importante sobre las nociones de explicación y comprensión: no son éstos conceptos absolutos, pues siempre cabe la posibilidad de que algo que ya hemos explicado lo expliquemos aún más profundamente o de manera más satisfactoria. Esto resulta obvio cuando nos fijamos en que, para explicar por qué ciertas cosas son como son, tenemos que utilizar como premisa en nuestro razonamiento alguna otra descripción. Por ejemplo, si queremos explicar por qué las órbitas de los planetas obedecen las leyes de Kepler, utilizaremos como premisa la ley newtoniana que describe cómo se atraen los cuerpos. Esto implica que para explicar algo, siempre necesitamos alguna descripción que funcione como “explicadora”, y esta descripción, a su vez, será susceptible de ser explicada por otra. Así, la teoría general de la relatividad explica por qué los cuerpos obedecen con gran aproximación la ley de la gravedad. Una consecuencia inmediata de este hecho trivial es que nunca será posible explicarlo todo.
Insistamos en ello: para explicar científicamente cualquier fenómeno o cualquier peculiaridad del universo recurrimos a leyes, modelos, principios, que son, al fin y al cabo, afirmaciones que dicen que el mundo es así o asá, en vez de ser de otra manera. Imaginemos que ya hubiéramos descubierto todas las leyes, modelos o principios científicamente relevantes que haya por descubrir (si es que esta suposición tiene siquiera algún sentido), llamemos T a la combinación de esa totalidad ideal de nuestro conocimiento sobre el mundo, y preguntémonos “¿por qué el mundo es como dice T, en lugar de ser de cualquier otra manera lógicamente posible?”. Obviamente, la respuesta no puede estar contenida en T, pues ninguna descripción se explica a sí misma. Por lo tanto, o bien deberíamos hallar alguna nueva ley, modelo o principio, X, que explicase por qué el mundo es como dice T, o bien hemos de reconocer que no es posible para nosotros hallar una explicación de T. Pero lo primero contradice nuestra hipótesis de que T contenía todas las leyes, principios, etc., relevantes para explicar el universo; así que debemos concluir que explicar T (digamos, la totalidad de las leyes de la naturaleza) está necesariamente fuera de nuestro alcance.
Dos reacciones frecuentes a esta situación son pensar que el universo es, en el fondo, inexplicable, o bien que la explicación última del cosmos no puede ser una explicación científica. Lo primero es trivial si se entiende en el sentido del párrafo anterior (no puede haber una teoría científica que lo explique todo, incluido por qué el universo es como dice precisamente esa misma teoría en vez de ser de cualquier otra manera), pero es también banal en cuanto recordamos que explicar no es cuestión de todo o nada, sino de más o menos. Digamos que la inteligibilidad se parece más a la longitud que a la redondez. Esta segunda propiedad tiene un límite, el de un círculo o una esfera perfectos, pero no existe un límite de longitud. De modo análogo, lo importante es en qué medida hemos conseguido comprender el universo o sus diversas peculiaridades, no si lo hemos comprendido “totalmente”. Es decir, la pregunta adecuada es en qué grado hemos conseguido simplificar e interconectar un conjunto cada vez más amplio y variado de conocimientos, no si los hemos reducido a la más absoluta simplicidad.
Por último, pienso que la idea de una explicación extracientífica es meramente un sueño. Para que algo constituya una explicación debe permitirnos deducir aquello que queremos explicar: las leyes de Newton explican las de Kepler porque éstas pueden ser calculadas a partir aquéllas. Como ha aclarado suficientemente Richard Dawkins, la información que queremos explicar debe estar contenida en la teoría con que lo explicamos, y por lo tanto, una teoría que explique muchas cosas debe contener muchísima información, debe ser en realidad una descripción muy detallada (aunque a la vez muy abstracta) del funcionamiento del universo.
Por ejemplo, los defensores de la llamada “teoría el diseño inteligente” cometen justo este tipo de error al introducir la hipótesis de un designio divino, pues a partir de esa hipótesis es sencillamente imposible derivar los detalles de aquello que queremos explicar, ni siquiera sus aspectos más generales. Dicho de otra manera, los “porqués” no son en realidad una categoría separada de los “cómos”, son más bien una clase de “cómos”: aquellos que nos ayudan a simplificar y ampliar nuestros conocimientos. Por tanto, ninguna hipótesis merece ser llamada explicación si no permite responder, al menos en algún aspecto relevante, a la pregunta “¿cómo ha ocurrido esto?”. En resumen, nadie sabe si existen realidades que la ciencia no podrá nunca conocer; lo que sí sabemos es que esas realidades, en caso de que existan, nunca nos permitirán explicar nada.



 
 
 

غالباً ما يبدأ البحث العلميّ بطرح أسئلة ما. 
 
نتساءل دوماً عن أشياء من قبيل "كيف يمكن تفادي حدوث الركود أو الكساد؟"، أو ربما "أيّة فائدة يمكننا تحصيلها من الخاصيّة المُكتشفة في الموصلات الفائقة؟". 



كذلك، نحاول الإجابة على تساؤلات، من قبيل "ما هو وضع القارّات منذ 1000 مليون عام؟" أو "هل يوجد عنصر مستقرّ ذو عدد ذريّ أكبر من 120؟". 
 
لكن، في الواقع، يختلِفُ القسم الأكبر من التساؤلات الرئيسيّة التي أرشدت، وما تزال، البحث العلميّ، عن هذا النمط من الأسئلة! 
 
نتساءل، فنستخدم أللماذا:
 
"لماذا تسقط التفاحات الناضحات من الشجرة، لكن لا يسقط القمر من السماء؟"، "لماذا وزن الرماد أقلّ من وزن الخشب الذي حرقناه؟"، "لماذا يرث بعض الأحفاد بعض صفات الأجداد، رغم أنّ هذه الصفات غير حاضرة عند الآباء؟"، "لماذا يولِّد سيل إلكترونات نموذج تداخلات عند المرور عبر ثقب مزدوج، فيما لو يمرّ كل إلكترون واحد فقط عبر واحد من الثقوب؟".


بالإجابة على النمط الأوّل من الأسئلة، نسعى لتحسين قدرتنا على التكيُّف مع المحيط وتوسيع إمكانات فعلنا أو اختيارنا. 
 
أما الإجابة على النمط الثاني من التساؤلات، فنحن نحاول معرفة ماهية وكيفية العالم، الذي يُحيط بنا، ونحاول وصفه.
 
 أما نمط الأسئلة الثالث، فإجابتنا عليها لإكتساب تفسير أفضل للوقائع والظواهر، أي فهمها بصورة أفضل.
 
 ولسوء الحظّ، لا يبدو واضحاً كفاية، على ماذا يقوم هذا "التفسير"، ما الذي نفعله بالضبط مع الأشياء لنفهمها؟ وخصوصاً لماذا تحتلّ التساؤلات كل هذه الأهميّة لنا؟ ما الذي نكسبه منها، في حال عدم تمكننا من تحصيل إجابات سوى على الصنفين الأولين من التساؤلات (العمليّة والوصفيّة)؟.


تختلط الجوانب الموضوعيّة والشخصانيّة (الذاتيّة) في مفهوم التفسير (الشرح)، بصورة مُبيّتة
 
في النهاية، فهم شيء: 
 
هو حادث نفسيّ، شيء يحدث في عقل أحدٌ ما، لكن في المقابل، عندما نحاول تقديم تفسير لواقعة، نتعوّد على اللجوء لميزات مختلفة للواقعة قيد البحث. 
 
لماذا هناك ميزات أهم من ميزات أخرى عند لحظة توصلنا للوضع العقليّ الذي ندعوه "الفهم"؟
 
 تتركّز النظريات الرئيسيّة، التي توفرها فلسفة العلوم، حول طبيعة التفسيرات، بدقّة، حول الجوانب الموضوعيّة:

 
على سبيل المثال، يُفسَّرُ الحدث بعدما جرى إستنتاجه إعتباراً من قوانين علميّة (وفق رأي كارل هيمبل)؛ أو عندما جرى توفير توصيف مناسب لتاريخ الحدث السببيّ (بحسب رأي ويسلي سالمون)؛ أو عندما يبيِّن وضعاً خاصاً لقوانين عامّة، تغطي الكثير من الأوضاع الأخرى المختلفة ظاهرياً (وفق رأي فيليب كيتشر). 
 
كذلك، يجري إعتبار بعض الحوادث – خصوصاً في علم الأحياء – مُفسَّرة، بمجرّد وضوح وظائفها، أو عندما – هنا في حالة العلوم الإنسانيّة – تُربَطْ مع النوايا أو القيم المفروضة من جهات ما. نتحدث في هاتين الحالتين عن "تفسيرات وظيفيّة" و"تفسيرات غائيّة"، على التوالي.

 ليس لتلك التصورات التفسيرية شعبيّة كبيرة اليوم، كحالها في حقب سابقة، لكن، وبرأيي، هي مثال "للتفسير السببيّ".


حسناً، القضيّة هي: 
 
لماذا نفكِّر بمحاولة فهم ظاهرة، سيما إثر معرفة مسبباتها، أو بمجرد معرفة علاقتها بمظاهر أخرى مختلفة ظاهرياً، أكثر من معرفة مدتها الزمنية، موقعها، إستعمالاتها الممكنة، أو أيّة خاصيّة أخرى من خصائصها؟ 
 
 
كجواب ممكن على هذا، وتقليدياً كمحاكاة لفكر أرسطو، ما يحدّد معنى "فهم" عبر "معرفة الأسباب"، لكن، قد يُعطي هذا إنطباعاً، يوحي أنّه مجرّد تلاعب بالكلمات. 
 
إمكانيّة أخرى، ربما أكثر إنسجاماً مع تصورات الفيلسوف اليوناني القديم، ستقوم على مبدأ تصوّر معارفنا بوصفها لا تشكّل وجهة نظر موسوعيّة، أو بنية هرمية بسيطة، تتراكم قطعها بعضها فوق البعض الآخر، بل بوصفها شبكة إستدلالات، تتوقف قيمة كل فصل فيها على ما هو مفيد، بُغية إيصالنا لمعارف أكبر، عندما تتآلف مع فصول أخرى ضمن الشبكة تلك. 
 
أحياناً، نتمكن من إضافة قطعة لمعارفنا، تقوم بإنتاج نتيجة مُفرحة، على وجه خاص، حيث تتضاعف روابط الإستدلالات بفضلها، وتصبح أبسط كذلك؛ وبهذا، نتحكّم بالشبكة بصورة أسهل. ما يعني، نفهم شيء بصورة أفضل، عندما نتمكن من إجراء محاكمة منطقيّة، بشكل أكبر، حوله بصيغة بسيطة ومُثمرة.

تحتوي الجملة الأخيرة على تدرُّج هامّ بتصورات التفسير والفهم، فهي ليست تلك المفاهيم (التصورات) المُطلقة، فدوماً، الإمكانيّة مفتوحة لإعادة تفسير شيء، كُنّا قد فسّرناه سابقاً. 
 
بعمق أكبر أو بصورة مُرضية أكثر. 
 
ويتضح هذا الأمر، عندما نحاول تفسير أسباب كون أشياء محددة كما هي عليه، حيث يتوجب علينا إستخدام توصيف آخر ممكن كمقدمة بمحاكمتنا المنطقيّة. 
 
على سبيل المثال، في حال رغبنا بتفسير سبب خضوع مدارات الكواكب لقوانين كيبلر، سنستخدم، كمقدمة، القانون النيوتيني، الذي يصف كيف تنجذب الأجسام لبعضها. هذا يعني أنّه لتفسير شيء، نحتاج لتوصيف ما يعمل "كمفسِّر" دوماً، وسيخضع هذا التوصيف، بدوره، للتفسير من خلال توصيف آخر. هكذا، تقوم النظرية النسبيّة العامة بتفسير سبب خضوع الأجسام لقانون الجاذبيّة بتقريب كبير. 
 
وكنتيجة مُباشرة لهذا الواقع المُزري، فلن يتمكن التوصيف من تفسير كل شيء أبداً.

نصرّ على هذا، لأجل وضع تفسير علميّ لأيّة ظاهرة أو أيّة خصوصيّة كونيّة، نلجأ لقوانين ونماذج ومباديء، هي في الأوّل والأخير، تأكيدات تقول بأنّ الكون هو هكذا، لا خلاف هذا. 
 
لنتخيل أننا قد اكتشفنا كل القوانين والنماذج والمباديء البارزة علمياً، والتي توجب علينا اكتشافها (إن يمتلك هذا الافتراض معنى ما !!)، ولنقم بتسمية كل هذه التوليفة المثالية الشاملة لمعرفتنا حول العالم بالحرف ت، ونتساءل "لماذا نصف العالم بناءاً على معطيات ت، بدلاً من أيّة طريقة أخرى ممكنة منطقياً؟".
 
بوضوح، لا يمكن للجواب الحضور في ت، حيث لا وجود لتوصيف يفسِّر ذاته. بالتالي، إما أنّه يتوجب علينا العثور على قانون أو نموذج أو مبدأ جديد، نسميه س ويمكنه تفسير سبب كون العالم هكذا كما يقول ت،  كنموذج أو مبدأ، أو وجب علينا الإعتراف بأنه ليس ممكناً لنا العثور على تفسير لـ ت. لكن، يتناقض الأوّل مع فرضيتنا بأنّ ت قد احتوى كل القوانين والمباديء .. الخ البارزة لتفسير الكون، هكذا، يتوجب علينا إستخلاص أنّ تفسير ت (نقول إجمالي قوانين الطبيعه) هو بالضرورة بعيد عن متناولنا.


ينتج  طرحان شهيران عن هذا الوضع، هما:


التفكير بأنّ الكون، في العمق، غير قابل للتفسير


أو أنّ التفسير الأخير للكون، لا يحصل وفق تفسير علميّ.
 
 
الطرح الأول لا قيمة له، لأننا تمكنا من تفسير الكثير من الأشياء منذ فجر التاريخ.


  أما الطرح الثاني، فيُعيدنا إلى إعتبار أنّ التفسير، لا يشكّل قضيّة كل شيء أو لا شيء، بل قضيّة فهم أكثر أو فهم أقلّ. 
 
نقول بأنّ المعقوليّة (ما يُدرك بالعقل دون الحواس)، ترتبط أكثر بالطول لا بالدائريّة. 

  فللطرح الثاني حدّ مرتبط بالدائريّة أو الكرويّة التامة، ولا وجود لحدّ للطول. بصورة قياسيّة، المهم هو بأيّ بُعد قد أحرزنا تحقيق فهم للكون أو لمختلف خصائصه، ولم نفهمه "بشكل كليّ". 
 
التساؤل المناسب، هو إلى أيّة درجة، قد حققنا تبسيط وربط مجموعة معارف، تتسع وتتنوع باضطراد؟

أخيراً، أرى بأنّ فكرة تفسير سوبر علميّ، ما هي إلّأ حُلُم محض. 
 
لكي يشكّل شيء تفسيراً، يجب أن نتمكن من إستنتاج ذاك، الذي نرغب بتفسيره؛ حيث تفسِّر قوانين نيوتن قوانين كيبلر، لأنّ هذه القوانين تُحسب من خلال تلك. 

 
وكما أوضح ريتشارد داوكينز بشكل كافٍ، قائلاً:
 
"المعلومة التي نرغب بتفسيرها، يجب أن تتوفر في النظرية التي نفسرها بها، وبالتالي، النظرية التي تفسِّر كثير من الأشياء، يجب أن تمتلك معلومات كثيرة، فهي في الواقع توصيف مفصّل جداً لعمل الكون (رغم وجود شيء من التجريد فيها)".

كمثال، يرتكب المدافعون عما يسمى "نظرية التصميم الذكي" بالضبط هذا النوع من الأخطاء، عندما يُقحمون فرضيّة تصميم إلهي، بحيث أنّه إعتباراً من هذه الفرضيّة وببساطة متناهية، يستحيل الوصول لتفاصيل عمّا نحاول الوصول لتفسير له، ولا حتى بجوانبه الأكثر عموميّة. ويمكن قول هذا بصيغة أخرى، تساؤلات "اللماذا" ليست منفصلة في الواقع عن تساؤلات "الكيف"، بل هي فعلياً جزء من تساؤلات "الكيف"، هي تلك التي تساعدنا على تبسيط وتوسيع معارفنا.
 
 بالتالي، لا تستحق أيّة فرضيّة اسم "تفسير" ما لم تسمح لنا بتحصيل إجابات، على الأقلّ، بجانب بارز على التساؤل "كيف حدث هذا؟". 


الخلاصة، لا أحد يعرف فيما لو توجد وقائع لن يتمكّن العلم من معرفتها، وما نعرفه فعلياً، هو أن تلك الوقائع، حال وجودها، لن تسمح لنا أبداً بتفسير لا شيء، بل ستسمح لنا بالسعي لتفسيرها ببساطة.
 

 تعليق فينيق ترجمة

هذا السؤال، أي عنوان الموضوع، هو شمّاعة يلجأ متدينون إليها للحطّ من قيمة العلوم والرفع من قيمة "معتقداتهم المركزية، سيما فكرة الإله القادر على كل شيء والمُفسِّر لأيّ شيء". يمكن الرد على هذا وفق مستويات كثيرة للغاية:

أولاً، تمكن البشر بفضل البحث العلمي، والذي بدأ منذ آلاف الأعوام بإرهاصات بسيطة، ليشتد عوده خلال المئتي عام الأخيرة، من تحقيق الكثير من الإنجازات البادية للعيان على المستوى الصحي والثقافي والتقني. يكفي على المستوى الصحي الحديث عن لقاحات أنقذت المليارات وعن أدوية وعلاجات تتطور يومياً تقريباً: 

فإذا اعتبر بعض المؤمنين بأنّ الأمراض هي إبتلاء الإله لعبيده؛ فالعلماء تمكنوا من تحقيق هزيمة جزئية لهذا المخطط الإلهي، الذي تسبب بموت الملايين عبر التاريخ!

 هو يقتل والعلم يُنقِذ! 
 
طبعاً، من يصنع الأسلحة بأنواعها والقنابل الذرية ليقتل بني الإنسان: 

هو متدين في العمق، حتى لو ادعى غير ذلك، وينفذ مشيئة ربانية، فبحسب اللغة العربية: 
 
العِلمُ نورٌ ولا يمكن أن يتحول إلى ظلام وديجور للقتل والتدمير!

ثانياً، العلمُ لا يتفاخر ولا يختال ولا يدعي! بل يتواضع ويقول هو محاولة تفسير مستمرة مُتراكمة؛ ولا يمتلك كل المعارف ولا يحلّ كل المجاهيل، لا الآن ولا غداً! 

نحن نسمي البرتقالة "برتقالة" وفق توصيفاتنا وتسمياتنا (لغاتنا ولهجاتنا): 
 
لكن، ما هو رأي البرتقالة بهذا الإسم؟ هل لغتنا قادرة على تقديم إسم مطابق لهذا النوع من الفاكهة؟ فاكهة برأينا نحن؟؟!! لاحظوا الصعوبة اللغوية لوحدها بتوصيف برتقالة .. ليأتينا مؤمن و يقول الله ويهوه! مَنْ أو ما هو الله؟ مَنْ أو ما هو يهوه؟!!!! ما هي قدرة الله التفسيرية لأيّ شيء؟
 
قدرة الله وقدرة يهوه التفسيرية لأيّ شيء = 0!

ثالثاً، هل يُعقل أن يهتم الله ويهوه، في الكتاب المقدس وفي القرآن، بقصص معارك وقبائل وزيجات وطلاق ومسلسلات مضحكة مبكية ويتجاهل الكوارث الصحية فقط؟! الأمراض؟ معدلات الأعمار؟ فوائد التمر؟! أضرار السمن؟؟!!! 
 
مرتا مرتا .. تهتمين بكل الأشياء والمطلوب واحد!

انتظرنا آلاف الأعوام لنفهم مرض الجدري والطاعون وووووووووالخ.

هناك المزيد والمزيد ... فمتى نَعْقِلُ جميعاً؟!

وشكراً جزيلاً


قد يهمكم الإطلاع على مواضيع ذات صلة



ليست هناك تعليقات: