Traías en tus manos fenicias el
olivo
y un collar para Tarsis,
para su poderosa garganta plateada.
En ella se abrasaron tus ojos, sobre
ella
reclinaste la frente, y fuiste rica,
la avara marinera que en el viento
de Nuestro Mar tendía, victoriosa,
su nombre.
Así en las infernales
brumas dolientes del Ocaso abriste
las Puertas Gaditanas
como las arcas del más bello tesoro.
Sobre tus dos entrelazados mares,
Hércules, venerada luz, ardía,
divina fuerza, sol de la aventura.
Ya el fin del mar, los límites del
mundo
en ti no se encontraban.
Tú misma los borraste con tus naves,
oh clara estela del Oriente, oh
soplo,
brisa inicial, anunciador camino.
Como reina de todos los metales,
reluciste en el trueno y el
relámpago
de la celeste voz de los profetas.
La plata que de Tarsis alzaban tus
navíos
llena está de sus sílabas ardientes.
Cargada está la mar de tus naves,
henchidas
con el viento solano están sus
velas.
Anclas de plata, no de plomo, lucen
por los azules puertos asombrados.
Oigo los cantos de tus marineros,
oigo sus remos dando en las espumas,
oigo un clamor antiguo que hoy me
llega
batido por el sol de tus dos mares.
Taza de plata ya, vaso de luz,
esplendes
entre las olas desde tus orígenes.
Así mi corazón te guarda, así lo
habitas
desde aquel tiempo, oh Cádiz, que
tus ojos
en mis dunas mirándote me vieron
y arrodillada sobre el mar me
hablaste.
Rafael Alberti, Ora
marítima (1953), Ed. Gregorio Torres Nebrera –junto a Retornos de lo vivo lejano−, Madrid, Cátedra, 1999, págs. 287-290.
نص القصيدة العربي صياغة ميشال أبي فاضل - البترون
24.03.1978 ومأخوذ من كتاب "الحضارة الفينيقية في إسبانيا" ص 317.
ملاحظة: ترد كلمة ترتيسيّ وهي مشتقة من ترتيسيا، وهي المدينة الإسبانية، التي أسّسها الفينيقيون ويتغنى بها الشاعر الإسباني رافائيل ألبرتي.
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