A
partir del jacobinismo surgido como consecuencia de las ideas de la Ilustración
y la Enciclopedia y de la Revolución Francesa a finales del siglo XVIII, tomó
cuerpo la tendencia ideológica de negar explícita o tácitamente la dimensión
religiosa de la persona y de la sociedad.
Laicismo
fue la palabra que utilizó el liberalismo jurídico y político del siglo XIX
para manifestar expresamente esa negación a cualquier intromisión religiosa en
el ámbito estatal y más específicamente en la relación del Gobierno con sus
gobernados, pretendiendo de esa manera concretar ese ideal decimonónico de la
libertad religiosa.
Históricamente
se puede explicar y justificar el énfasis puesto por muchos pensadores de la
época para divorciar las esferas de lo religioso y lo político, dado que a
partir de la reforma protestante de principios del siglo XVI y con los estados
confesionales existentes durante la época del Despotismo Ilustrado se llegaba a
la negación de esa sublime libertad que tiene cada persona de creer y profesar
las creencias que su fe, su religión y su conciencia le dicte, por la
subsistencia de esos estados nacionales oficialmente confesionales en los que
la religión que profesare el rey debía ser forzosamente la religión que
siguiera el pueblo y donde por lo tanto la herejía se convertía en delito
castigado por el Gobierno.
Por
ello el laicismo de signo positivo se convirtió en su sentido original en una
reivindicación justa del principio sublime de la libertad religiosa, basada en
el criterio de que a nadie puede forzársele a creer algo en contra de su propia
conciencia, por más poder que posea la autoridad política o religiosa que
intente vencer, más que convencer a su súbdito o adepto.
Pero
con el tiempo ese laicismo de signo positivo se transformó de la mano de ateos:
“fanáticos desfanatizadores” en un laicismo de tipo negativo, es decir en una
nueva religión o antirreligión impuesta generalmente desde el poder político,
para plantear un sistema ideológico que prescindiera de cualquier consideración
a la divinidad e incluso al sentido de trascendencia, consiguiendo en muchos
casos llegar al secularismo, el cual ha sido definido como la pretensión de
erradicar la idea de Dios inclusive de la esfera de la propia conciencia
personal, para así construir un mundo de “libre pensadores” no sometidos a la
idea de una divinidad a la que hay que dar culto y que nos restringe nuestra
libertad a través de la fijación de mandamientos morales, con el resultado de
haber creado una ideología totalmente inmanente, que en la práctica acaba
imponiendo el relativismo más absoluto y a fin de cuentas el imperio de la Ley
del más fuerte.
Parece
ser que la sociedad moderna occidental no quiere regresar a estadios históricos
teocráticos que tanto daño hicieron a gobiernos y religiones, pero tampoco
puede pretender como lo quieren los jacobinos contemporáneos, el divorcio total
del ámbito religioso respecto de la vida pública de las personas, así se
apellide Monsiváis quien lo pretende.
خرجت إلى النور أفكار التنوير الفرنسية من نادي اليعاقبة، بنهايات القرن الثامن عشر ميلادي، وقد اتخذت تلك الأفكار إتجاهاً
ايديولوجياً رافضاً، بصورة واضحة، للبُعد الديني الشخصيّ والإجتماعيّ.
استخدمت
الليبرالية القانونية والسياسية مُصطلح Laicismo خلال القرن التاسع عشر،
للتعبير عن رفض أيّ تدخُّل ديني في الدولة، وبالتحديد رفض تدخُّله في العلاقة بين
الحكومة والمواطنين، وبهذا، توسلت خلق قرن تاسع عشر مثالي للحريّة الدينية.
تاريخياً، يمكن تفسير وتبرير هذا الطرح،
الذي تبناه كثير من مفكري الحقبة، ويقضي بالطلاق بين ما هو ديني وما هو سياسي، اعتباراً
من فترة الإصلاح البروتستانتي ببدايات القرن السادس عشر، ومع الدول الدينية القائمة
خلال حقبة الحكم المطلق المستنير، والتي جرى بها رفض حرية الإعتقاد الشخصية إضافة
لمنع حرية التعبير والتبشير الشخصيّ، ففي تلك الدول الدينية، قاد الملك عملية
التبشير الديني حيث سيخضع كامل الشعب للدين، واعتبرت الهرطقة جريمة تعاقب عليها
الحكومة.
وبناء عليه، إكتسب مصطلح laicismo طابعاً ايجابياً، إثر
تحول معناه الأصليّ إلى المطالبة بمبدأ الحريات الدينية، حيث لا أحد يمكنه إكراه
أحد على الإيمان بشيء مخالف لقناعاته الشخصية.
الحكم هو هدف السلطة السياسية
أو الدينية، وهو هدف فاق مسألة إقناع الرعيّة أو الأتباع.
لكن، بمرور الزمن، تحوّل هذا الطابع
الإيجابي للعلمانية laicismo على يد بعض الملحدين
"المتعصبين" إلى طابع سلبي:
أي تحوّل إلى دين جديد أو معادي للأديان
مفروض بالعموم من قبل سلطة سياسية لأجل طرح نظام إيديولوجي يُقصي كل إعتبار ألوهي، وقاد هذا إلى علمانية secularismo والتي جرى تعريفها
كوسيلة لاستئصال فكرة الإله حصرياً من الوعي الشخصيّ، وهذا يخلق عالم من "المفكرين الأحرار" الغير خاضعين لفكرة الألوهية المقيِّدة لحريتنا من خلال
العبادات وفروض أخلاقية، تُفضي لخلق إيديولوجيا جامدة كلياً، وتنتهي عملياً إلى فرض
إطلاقياتها وحُكم قوانين الأقوى.
يبدو أن المجتمع الغربي الحديث، لا يرغب
بالعودة إلى الدول التاريخية الدينية، التي آذته كثيراً، لكن، كذلك، لا يسعى إلى
تحقيق طلاق كامل بين البيئة الدينية وحياة الأشخاص العامة كما طرح الكاتب المكسيكي
الشهير كارلوس مونسيفايس.
قد يهمكم الإطلاع على مواضيع ذات صلة
ليست هناك تعليقات:
إرسال تعليق