A lo largo de la
historia los profetas han sido venerados por miles de millones de personas por
supuestamente haber sido tocados por la gracia de la correspondiente divinidad.
Sin embargo, la evidencia científica muestra que todo este armazón de creencias
no es más que un castillo de naipes que descansa sobre los hombros de unos
pobres enfermos mentales.
La epilepsia es
una enfermedad provocada por un desequilibrio en la actividad eléctrica de las
neuronas de diversas partes del cerebro, que provoca convulsiones recurrentes
de diversa naturaleza. Así las crisis epilépticas son eventos
súbitos, transitorios y de corta duración, que en los casos más llamativos
implican pérdida de conciencia y movimientos convulsivos. Es por ello que esta
enfermedad es más que conocida desde la más remota antigüedad, y como el
paciente que padece una crisis epiléptica parece no obedecer a su dueño sino a
una “voluntad” ajena, históricamente en algunas culturas se consideraba un
castigo divino o una obra de demonios. Sin embargo, en otros pacientes los
ataques epilépticos son mucho más suaves, con moderada alteración de la
conciencia y menores movimientos convulsivos, pero en donde los desequilibrios
neuronales de ciertas regiones del cerebro producen cambio vívidas
alucinaciones e hiperreligiosidad.
Es por ello que
este segundo tipo de pacientes (que se calculan entre el 1% y el 3% de los
epilépticos según diferentes estudios) se ha considerado en diversas culturas
como los elegidos por los dioses. Así los griegos denominaban a la epilepsia la
“enfermedad sagrada” aun cuando el siempre inteligente y sagaz Hipócrates,
observando que algunos soldados y gladiadores que habían sufrido heridas por
traumatismos craneoencefálicos presentaban con cierta frecuencia ataques
epilépticos similares a los de sus propios pacientes, rechazara ya en el siglo
V AC cualquier causa espiritual y diagnosticara correctamente a la epilepsia
como una simple enfermedad originada en el cerebro. Sin embargo esta visión
racionalista y científica de la epilepsia fue olvidada durante milenios, e
incluso aún a día de hoy en gran parte del mundo la epilepsia sigue estando
sujeta a ese ancestral sustrato supersticioso en su dicotómico ying/yang de
posesión maléfica o comunión con la divinidad, con muchas veces trágicos
resultados tanto para el individuo afectado como para el conjunto de la
sociedad, porque quizás esta enfermedad haya sido uno de los principales
motores que ha alimentado a lo largo de los siglos el siempre peligroso delirio
religioso.
Y esta asociación
entre epilepsia e hiperreligiosidad reconocida científicamente desde hace
décadas, lejos de ser una reminiscencia del remoto pasado superada en la
materialista y descreída sociedad occidental, se mantiene incólume a día de hoy
incluso en la capital de mundo, la cosmopolita ciudad de Nueva York. Allí
recientemente un varón de 40 años de edad, con diagnóstico previo de epilepsia
del lóbulo temporal, llega a urgencias hospitalarias después de tres días de
graves alteraciones en su estado mental. Durante el examen médico el paciente
se muestra poco cooperativo y se enfrenta en reiteradas ocasiones al personal
sanitario puesto que el enfermo. Estaba constantemente haciendo observaciones
religiosas, diciendo “Dios está conmigo y no necesito médicos o medicamentos.”
Él interpretaba cada pregunta que se le hacía como un cuestionamiento su fe, e
incluso a veces intentó convertir al Islam a los médicos y al resto del
personal que le trató. Creía que todos a su alrededor trataban de impedirle obtener la salvación. Es decir, el típico comportamiento de esos
iluminados que “saben” que su dios no sólo existe, sino que tienen una
“relación especial” con Él y que aquellos que le rodean no entienden la
revelación, por lo que son más que sospechosos de ser siervos del Maligno. De
todas formas, aunque presentaba evidentes delirios religiosos algo en su
interior hizo que el paciente se mantuviera atado a la razón, ya que aunque se
negó a recibir medicamentos por vía intravenosa (puesto que creía que eran
venenos antirreligiosos) pudo ser convencido de retomar sus medicación
original, que había abandonado en los últimos días, de tal manera que tras la
vuelta al tratamiento farmacológico los síntomas desaparecieron y el paciente
recuperó la normalidad, siendo posteriormente dado de alta. Ahora bien ¿Qué
hubiera pasado si este enfermo hubiera vivido en el depauperado Tercer Mundo
sin acceso alguno a médicos y medicinas? ¿O si su mujer no se hubiera asustado
de su mesianismo religioso de los últimos días y en lugar de llamar a una
ambulancia hubiera sido una buena musulmana sumisa y devota, de esas que viven
encarceladas dentro del burka tanto físico como mental del patriarcado y el
fanatismo islámico? ¿O si el matrimonio hubiera vivido en Arabia Saudí, Irán o
Afganistán y no en Nueva York? Lo mismo la pobre mujer hubiera acabado lapidada
por haberse rebelado ante los designios de Alá y enfrentarse tan impíamente a
la admirable devoción de su más que evidente santo esposo (y no olvidemos)
dueño y señor.
Pero es más, este
caso en casi cualquier momento de la Historia podría haber dado lugar a la
aparición de un nuevo profeta independientemente de la secta en
particular,exorcismo puesto que nuestro devoto protagonista mostraba todos los
síntomas asociados a grandes líderes religiosos de las más variadas creencias,
sin ir más lejos el fundador del Islam. Pero además de Mahoma otros personajes
religiosos, como Amenhotep IV (el faraón egipcio precursor del monoteísmo),
Buda, George Fox (el fundador de los cuáqueros), el inventor del mormonismo
Joseph Smith, Anne Lee (la líder de los Shakers), el místico luterano Jakob
Bohme o innumerables canonizados del santoral católico como San Pablo, Santa
Brígida, Santa Cecilia, Juana de Arco, Santa Catalina de Génova o Santa Teresa
de Jesús, han mostrado síntomas compatibles con la epilepsia tal y como se
indica en diversos estudios resumidos en la siguiente revisión científica.
Y aunque sólo sea
un ejercicio de ucronía, finalmente sólo queda plantearse como sería el mundo
en la actualidad si esas “grandes” figuras de la fe (y de la locura) hubieran
sido adecuadamente tratadas y medicadas en su momento.
بطول التاريخ وعرضه، حظي الأنبياء بإحترام مليارات البشر، وذلك لإدعائهم بإختيارهم إلهياً.
مع هذا، يبيّن الدليل العلميّ بأنّ الإدعاء بالنبوّة، هو
بيت من ورق مبنيّ على أكتاف بضعة فقراء ذوي إضطرابات ذهنية.
الصرع، هو مرض ناتج عن الإختلال
بتوازن النشاط الكهربائي للعصبونات بأجزاء مختلفة من الدماغ، فتحدث نوبات متكررة ذات طبيعة متنوعة. نوبات الصرع مُباغتة، عابرة وقصيرة
الوقت، حيث يحدث في الحالات، الأكثر لفتاً للإنتباه:
فقدان للوعي وتشنجات عضلية متنوعة.
ولهذا، عُرِفَ هذا المرض من أقدم الأزمنة، وحين يتعرض المريض لنوبة صرع، يبدو
وكأنه لا يخضع لصاحبه بل "لإرادة خارجية" غريبة، وإعتبرته بعض الثقافات،
تاريخياً، عقاباً إلهياً أو عملاً شيطانياً.
مع ذلك، تبدو هجمات المرض، لدى بعض
المرضى، أخفّ ويحدث خلالها غياب متواضع بالوعي وتشنجات عضلية أقلّ،
لكن، حين يؤثر هذا الخلل على توازن عصبونات مناطق محددة في دماغ المُصاب، ستحدث
تغيرات على صورة هلوسات
وإفراط بالتديُّن
عنده.
ولهذا، جرى إعتبار أفراد مصابين بالنوع الثاني
من مرضى الصرع (ونسبتهم حوالي 1% إلى 3% من مجموع مصابي الصرع، بحسب عدد من
الدراسات)، في ثقافات مختلفة، كأشخاص قد إختارتهم الآلهة.
هكذا، أطلق اليونانيون
على الصرع تسمية "المرض المقدس"، ورغم ذكاء وحكمة أبقراط، فقد اعتبر
بأنّ بعض الجنود والمصارعين، الذين عانوا من جروح وإصابات رأسية، قد بدا عليهم، من
حين لآخر، عوارض مرض الصرع الحاصلة مع مرضاه، وسيقوم، إعتباراً من القرن الخامس
قبل الميلاد، برفض أيّ سبب روحي للمرض وستُحدَّدُ عوارضه بصورة صحيحة، وبوصفه مرض
بسيط ذو أصل دماغي.
مع هذا، جرى نسيان تلك الرؤية العقلانية والعلمية لحوالي ألف
عام، ومع الأسف حتى يومنا هذا، هناك من لا يزال يربط الصرع بتخرصات غريبة عجيبة،
من قبيل الإتصال بالآلهة أو سيطرة الشياطين، مع كل ما يحمله هذا من عواقب وخيمة
على المريض كما على المجتمع من حوله.
ربما، شكّل هذا المرض أحد أقوى المحركات التي
غذّت، على مدار التاريخ، الأوهام الدينية الخطيرة.
ترافق مرض الصرع مع الإفراط بالتديُّن، هو
أمر معروف، على المستوى العلمي، منذ عدّة عقود، بعيداً عن قيامه بتذكيرنا بالماضي البعيد، الذي
تجاوزته الحضارة المادية الغربية، فهو ما يزال قائم، بيومنا هذا، وفي عاصمة
العالم، مدينة نيويورك الكونية.
فهناك ومن فترة قصيرة، رجل بعمر 40 عام، مصاب بصرع
الفصّ الصدغي، يصل إلى إسعاف المشفى بعد مرور ثلاثة أيام على حدوث تغيرات خطيرة
بوضعه العقليّ.
تبين خلال الفحص الطبي أن المريض قليل التعاون بالعلاج، وقد تواجه
مع الطاقم الطبي. أصدر تصريحات دينية طوال الوقت، يقول:
"الله معي
ولا أحتاج أطباء أو أدوية!".
اعتبر كل سؤال يُوجّه له كمحاكمة لإيمانه
الشخصي، بل حاول ببعض الأحيان التأثير على الطاقم الطبي، الذي يعالجه، ليتحول إلى الإسلام. إعتبر أن كل من كان حوله،
يحاول منعه من الحصول على الخلاص. ما يعني، أنه يعكس السلوك التقليدي لأولئك الذين
"يعرفون" بأنّ الله ليس موجوداً فقط، بل يدعون وجود "علاقة خاصة" به! وأن كل من يحيط به، لا يفهمون الوحي، ولهذا، هم يشتبهون بالأمر وخدّام للشرّ!
بكل الأحوال، ولو أنه أبدى علائم أوهام
دينية، فهذا جعله ثابتاً متشبثاً بما إعتبره صواباً، وعلى الرغم من رفضه لتلقي
الدواء، حقنة في الوريد (حيث اعتقد بأنها سموم مضادة للدين!)، فقد عاد وإقتنع بتناول
أدويته الأصلية، التي تركها خلال الأيام الأخيرة، بحيث بمجرد عودته إلى العلاج العادي الصيدلاني:
إختفت كل تلك العوارض، وإستعاد المريض وضعه الطبيعي، وعاد
لممارسة حياته اليومية العادية.
حسناً، فيما لو عاش هذا المريض حالته في
منطقة فقيرة من العالم الثالث، حيث لا تتوفر تلك الرعاية الطبية ولا تلك الأدوية؟
وماذا
لو حدث هذا مع زوج مسلمة خاضعة لبيئة متعصبة، فبدلاً من إستدعاء سيارة إسعاف، فهل
سيُعتبر خير داعية ديني ربما؟
أو فيما لو عاش الزوجان في السعودية، إيران
أو أفغانستان وليس في نيويورك؟
ربما ستتعرض المرأة للرجم بالحجارة، إذا أصرت على إستدعاء طبيب بدلاً من إحترام "الحالة الروحانية العظيمة!" لزوجها
المتعرض لنوبات صرع!
بل يتعدى الوضع هذا الأمر، أمكن لهذا الوضع، وبكل
لحظة من لحظات التاريخ، إعطاء الفرصة لظهور نبيّ جديد، وفي كثير من
التوجهات الإعتقادية والإيمانية، وغير بعيد عن صاحبنا مريض نيويورك سالف الذكر.
ولنا من محمد مؤسس الإسلام مثالاً واضحاً.
لكن، إضافة لمحمد، هناك شخصيات دينية كثيرة،
عانت ما عاناه محمد، مثل:
أمنمحتب الرابع (الفرعون المصري المعلن للتوحيد الإلهي)، بوذا، جورج فوكس (مؤسس جمعية الأصدقاء الدينية)، جوزيف سميث (مؤسس المورمون)، آن لي (قائدة جماعة الشيكرز
المسيحية البروتستانتية)، الصوفي اللوثري يعقوب بوهمه وعدد كبير من قديسي الكنيسة
الكاتوليكية إعتباراً من بولس الرسول، القديسة بريجيتا من السويد، القديسة سيزيليا، القديسة جان دارك، القديسة كاتالينا جنوة أو القديسة تيريزا، (النبي
اليهودي حزقيال، من مصدر آخر خارج هذا الموضوع)، قد عانوا من أعراض صرع متنوعة،
وكما تُشير دراسات مختلفة، كما في هذه المراجعة العلمية.
ولو أنّ الأمر لا يعدو كونه تمرين على التاريخ البديل، بالنهاية، يُبنى هذا الطرح على السؤال:
كيف سيكون العالم في
الوقت الراهن، فيما لو جرى علاج تلك القامات "الرفيعة"، على صعيد
الإيمان (والخَبَل!)، بصورة صحيحة، وفي زمن كل واحد منهم؟!
رأي فينيق ترجمة
ليس جديداً الحديث عن مرض الصرع لدى شخصيات قداسية قديمة، وفي كل الأديان الوثنية والتوحيدية، مع ضرورة التذكير بما يسمى "علم الأمراض القديمة" الذي يدرس تلك الأمراض من خلال الأحفوريات ومن خلال السرد القصصي الأدبيّ الذي وصلنا من مصادر عامة ودينية خاصة، وهنا، نتذكر أحاديث عائشة عن محمد لحظة تلقي الوحي، وما يمكن أن يُبنى عليها من تحليلات طبية، لم نعرفها إلا بوقت حديث، وهو ما حدث مع أنبياء يهود ومسيحيين ووثنيين! فالأمر ليس مؤامرة وليس تشويه ولا تعدي ولا عدم إحترام، بل بحث علمي موضوعي ورصين.
وشكراً جزيلاً
قد يهمكم الإطلاع على مواضيع ذات صلة
مدخل (غير شامل) نحو دراسة علميّة للدين - الجزء الأوّل
مدخل (غير شامل) نحو دراسة علميّة للدين - الجزء الثاني
مدخل (غير شامل) نحو دراسة علمية للدين - الجزء الثالث
مدخل (غير شامل) نحو دراسة علمية للدين - الجزء الرابع
مدخل (غير شامل) نحو دراسة علميّة للدين - الجزء السادس
الجزء السابع عبارة عن فيديو .. لذلك لا يوجد نصّ موافق وتُرِكَت الأرقام بتسلسلها الأصليّ
مدخل (غير شامل) نحو تحقيق دراسة علمية للدين – الجزء الثامن
مدخل (غير شامل) نحو تحقيق دراسة علمية للدين – الجزء التاسع
ليست هناك تعليقات:
إرسال تعليق