¿Se ha preguntado alguien de donde proviene la creencia del “alma”
y del “espíritu” en las tres religiones del libro (el monoteísmo abrahámico)? A
menudo mencionados por el antiguo henoteísmo judío y por sus subsiguientes
productos grecorromanos, el cristianismo y finalmente el islam, basan todas sus
creencias mesiánicas, su deísmo y sus promesas en estos dos conceptos y en la
afirmación de que, dado que existen, si cumples todo lo dictado por los
sacerdotes que crearon sus textos, obtendrás una recompensa una vez hayas
muerto pues, según estas creencias, no dejarás de existir y vivirás eternamente
en un lugar idílico llamado cielo o arderás en uno llamado infierno. Pues
veamos de donde proceden todos esos conceptos y cual es la realidad.
La importancia del lenguaje y la palabra
Después de la aparición de las primeras escrituras (cuneiforme y
jeroglífica) el hombre dio especial importancia a estas y a “la palabra” de tal
modo que poco a poco se fueron consolidando una serie de creencias basadas en
esta y en el poder que esta tenía sobre el mundo real.
Aunque la primera escritura tuviera fines puramente
administrativos y fuera usada para llevar las cuentas del imperio mesopotámico
(transacciones comerciales e impuestos), paralelamente a ella surgieron
movimientos político-religiosos y sacerdotales que vieron en ella una nueva
forma de plasmar, de forma teóricamente inamovible, las leyes que ellos mismos
dictaban en nombre de los dioses que ellos afirmaban representar. Más de 50.000
tablillas de arcilla con textos mitológicos así lo demuestran. Entre ellas los
códigos sumerios de Ur Namu (2100 a.e.c.) y Lipit Ishtar (1930 a.e.c.) o los
acadios de la ciudad de Eshnunna (Tell Asmar, 1800 a.e.c.) y de Hammurabi (h.
1750 a.e.c.).
Dichas creencias, creadas por la cuna mesopotámica, durante el
periodo Obeid (5600 al 3600 a.e.c.), se fueron ligando a dicha escritura a
través de creencias basadas en la perpetuación de la vida tras la muerte.
Templos construidos lo más cerca posible del cielo basados en la creencia de
que en él residían los dioses (zigurats) y tumbas en las cuales se enterraban a
los difuntos con sus posesiones en espera de que estos pudieran usarlas en esa
otra vida.
Este sistema fue difundido en Oriente Próximo durante siglos de
tal modo que las distintas tribus fueron usándolo y, como era de esperar, al
tratarlo de forma prácticamente aislada (ya que la comunicación entre pueblos
no era tan habitual), dio como resultado el origen de los distintos idiomas
semíticos.
Del protosemítico (IV milenio a.e.c.), por ejemplo, surgirían
todas las variantes semíticas como el acadio (XXV a.e.c.). Una posible variante
de este dio como resultado el eblaita (XXX – XXIV a.e.c.) De la mezcla de este
(cuneiforme) y del jeroglífico surgiría el ugarítico (XX a.e.c.), del cual
partiría posiblemente una variante
resultante de la mezcla del fenicio y del urgarítico, el abyad (XV d.e.c.). Más
tarde, de las lenguas cananeas abyad, y como variante del eblaita, surgiría el
paleohebreo y de este, obviamente, el hebreo bíblico. (Pettinato)
El contacto e influencia entre egipcios, sureuropeos (como los
antiguos chipriotas y cretenses) y resto de pueblos mesopotámicos era común.
Una evidencia de ello son las tablas con “correspondencia” escritas en acadio
entre Egipto y Mesopotamia. Al igual que con las lenguas romances, las lenguas
abyad se usaron de forma simultanea hasta que, por desuso o por modificaciones
que darían paso a unas nuevas variantes, estas desaparecerían. Muchos de estos
idiomas, como el eblaita, se usaban únicamente para fines comerciales. Podemos
entender entonces que idiomas surgidos de otros, llegaran a usarse en paralelo:
como el mencionado eblaita y el acadio, o el o el ugarítico y el fenicio, o el
paleohebreo, el ugarítico y el fenicio.
Basándonos en esto podemos hacernos una idea del intercambio
cultural que tuvieron dichas tribus (y aldeas) a lo largo de más de mil años y
de cómo muchos obtuvieron sus mitos y leyendas. Desde las más antiguas,
escritas en cuneiforme, hasta las más “modernas” escritas en hebreo y que todos
conocemos, solo enturbiado por las constantes guerras entre dichas tribus (y
clanes). Lo cual daría explicación al hermetismo trasmitido por muchas de esas
tribus generación tras generación y su consiguiente resultado: el desarrollo de
nuevas variaciones en idiomas y leyendas. Como es el caso de la creación del
hombre a través del modelado del barro (durante el desarrollo de la alfarería)
o de la transmisión del diluvio producido por una inundación ocurrida en Ur
entre el 4000 y el 3000 a.e.c. que
dieron origen a las leyendas de Gilgamesh (Excavations at Ur: A Record of 12 Years’
Work, Leonard Woolley) y que posteriormente la cultura habiru haría suyas
convirtiéndolas en la creación del hombre o en el relato del diluvio
recopilados en el Tanaj (Génesis).
Para dichos pueblos la palabra y la escritura obtenían suma
importancia. Una vez convertido un idioma en litúrgico, sólo un grupo
privilegiado y minoritario podía obtener conocimientos alfabéticos. En Egipto,
por ejemplo, la gente (que podía permitírselo) debía acudir a escribas para que
estos compusieran los textos con las instrucciones que les darían acceso a su cielo
(el Libro de los muertos). Los nombres que hoy día tenemos provienen de una
cultura en la cual estos, además de definir a la persona, dotaban de cierto
poder sobre ella. Un resultado evidente de ello es que se acabara omitiendo
parte de las letras de uno de los dioses ugaríticos y elohíricos, YAW, al cual
se temía por ser el dios del caos y las tempestades, dando como resultado el
conocido tetragramatón YHWH que acabaría pronunciándose como “Yahvé” (aunque
una mala traducción alemana diera como resultado hace siglos la pronunciación
“Jehová”).
Toda palabra hoy día tiene un origen. Una etimología que nos
revela mucho más sobre las creencias y su origen de lo que puede hacer
cualquier sacerdote o teólogo. Así que, para poder entendernos, y siguiendo la
importancia que tenía y tiene la palabra, primero deberemos definir los
términos en los cuales nos comunicamos para poder entendernos y asentar así
nuestra argumentación sobre qué es la vida y cuando esta se acaba.
هل تساءل أحدنا من أين يأتي الإعتقاد "بالنَفْسْ" و
"بالرُوحْ" في الأديان الثلاثة الكبرى (أديان التوحيد الإبراهيمي)؟
غالباً
ما يُشار إلى التوحيد اليهوديّ القديم ومنتجاته الفرعيّة اللاحقة اليونانية
الرومانية، المسيحية، وبالنهاية، الإسلام، حيث يؤسسون عقائدهم الإلوهيّة ووعودها على
هذين المفهومين والتأكيد على وجودهما، وفيما لو تنفّذ كل ما هو مكتوب من قبل
الكهنة، الذين خلقوا نصوصها، فستحصل على مكافأة كبرى بعد موتك، فبحسب هذه
الاعتقادات، لن تفنى وستعيش خالداً في السماء أو محترقاً في الجحيم.
حسناً، لنرى من
أين أتى المصطلحان أو المفهومان وما هو واقعهما الفعليّ.
أهميّة اللغة والكلمة
إثر ظهور أوائل الكتابات (المسمارية والهيروغليفية)، أضفى الإنسان
أهمية خاصة عليها وعلى "الكلمة"، بحيث أدت إلى تكوين سلسلة من
العقائد المؤسسة عليها، تدريجياً، وإلى تعزيز حضورها في العالم الواقعيّ.
رغم إستخدام اللغة في شؤون
إداريّة محضة، بداية، فقد استعملت لنشر أخبار إمبراطورية بلاد الرافدين (تعاملات تجارية
وضرائب)، وبالتوازي، لمتابعة الحراك السياسيّ – الدينيّ؛ وقد رأى الكهنة فيها صيغة
جديدة لصياغة القوانين، بصيغة مستقرة نظرياً، والتي يضعونها بإسم الآلهة، فقد أكَّدَ أولئك الكهنة أنهم يمثلون تلك الآلهة.
يُثبت حدوث هذا الأمر أكثر من 50000 رُقيِّمْ طينيّ فيها
نصوص أسطورية.
بين تلك النصوص، نجد قوانين أور نمو السومرية (2100 قبل الميلاد).
قوانين لبت عشتار (1930 قبل الميلاد)؛ القوانين الآكادية بمدينة إشنونة (تل
أسمر) محافظة ديالى العراق اليوم (1800 قبل الميلاد)؛ وقوانين حمورابي (1750 قبل
الميلاد).
تلك العقائد التي ظهرت في المهد الرافديّ خلال الفترة المسماة فترة
العبيد (5600 – 3600 قبل الميلاد)، ارتبطت بظهور الكتابة وتأسست على
استمرارية الحياة بعد الموت.
فشيّدوا المعابد المرتفعة الأقرب إلى السماء وفق
الإعتقادات السائدة وقتها حول إقامة الآلهة بالسماء (مثل الزقورات)، كما أنهم
دفنوا الموتى مع بعض ممتلكاتهم الشخصية الثمينة على أمل إستخدامهم لها في العالم
أو الحياة الأخرى.
انتشر هذا النظام في منطقة الهلال الخصيب خلال قرون، بحيث استخدمته
شعوب وقبائل مختلفة، وكما هو مُنتظر، بالتعامل معه بصيغة منعزلة عملياً (حيث لم
يكن التواصل، بذاك الوقت، بين الشعوب عادياً أو مألوفاً)، وقد أعطت تلك الكتابة
الأصل لعدد من اللغات المشرقيّة المختلفة.
بحدود الألف الرابع قبل الميلاد، على سبيل المثال، ظهرت كل التنوعات
اللغوية المشرقية كاللغة الآكادية (2500 قبل الميلاد).
وهو تنوّع، قاد لظهور
اللغة الإيبلائيّة (3000 – 2400 قبل الميلاد).
ظهرت الأوغاريتيّة جرّاء امتزاج (المسمارية) مع الهيروغليفية (2000 قبل الميلاد)، والتي منها، سيظهر تنوُّع لغويّ
ممكن جرّاء الإمتزاج بين الفينيقيّة والأوغاريتية هو الأبجد (1500 قبل الميلاد).
بوقت متأخّر، ستظهر اللغات الكنعانية الأبجد، وكتنوع للإيبلائيّة، ستظهر العبرية
القديمة ومنها ستظهر عبرية التوراة (جوفاني بيتيناتو).
حدث تماس وتأثير متبادل بين المصريين وسكّان جنوب أوروبا (قدماء قبرص وكريت) وباقي شعوب شرق المتوسط. أحد الأدلة، على حدوث هذا الأمر،
الرقيمات التي "توافق" كتابات آكادية بين مصر ومنطقة الرافدين.
وهذا
هو الحال مع اللغات الرومنسية، استُخدِمَت لغات أبجد بصورة متواقتة حتى ظهور تعديلات،
أعطت المجال لظهور لغات جديدة فاختفت هذه.
كثير من تلك اللغات، قد استُخدِمَ لغايات
تجارية فقط كاللغة الإيبلائيّة.
يمكننا فهم ظهور لغات من لغات أخرى، ليجري إستخدامها بصورة متوازية:
مثل اللغة الإيبلائيّة، التي أشرنا لها، والآكادية أو
الأوغاريتيّة والفينيقية أو العبرية القديمة، الأوغاريتية والفينيقية.
بناءاً على ما تقدّم، يمكننا
تكوين فكرة حول التبادل الثقافيّ الذي حدث بين تلك القبائل (والبلدات) على مدار
أكثر من ألف عام، وكيف حصَّلَ الكثيرون أساطيرهم وقصصهم.
منذ أكثرها قدماً، المكتوبة
بالمسماريّة، حتى أحدثها بالعبرية ويعرفها الجميع، والتي لم يُعكّر صفوها إلاّ
الحروب الدائمة التي حدثت بين تلك القبائل. وهذا ما يعطي تفسيرات لماهيّة نقل
غالبية القبائل لها جيل بعد جيل والنتيجة:
تطوير تغيُّرات جديدة في اللغات والقصص.
كالحال مع خلق الإنسان من خلال التعامل مع الطين (خلال تطوير صناعة الفخّار) أو
قصة الطوفان الناتج عن فيضان حدث في مدينة أور بين العامين 4000 و3000 قبل
الميلاد، والتي أعطت الأصل لقصص كملحمة جلجامش، ولاحقاً،
ستحولها ثقافة العبيرو إلى خلق الإنسان أو قصة الطوفان التي جمعوها في التناخ (سفر التكوين).
امتلكت الكلمة والكتابة،
بالنسبة لهذه الشعوب والقبائل، أهميّة بالغة.
فبمجرد إدخال اللغة بالطقوس الدينية، تمكنت مجموعة صغيرة متميزة من تحصيل المعارف الأبجدية.
ففي مصر، على سبيل
المثال، وَجَبَ على الناس الذهاب إلى الكَتَبَة، لكي يؤلفوا نصوصاً فيها تعليمات تضمن
كيفية الوصول إلى السماء (كتاب الموتى).
أتت أسماؤنا من
ثقافة، قد عرّفت الشخص من خلالها إضافة لتزويده بنوع من السلطة المحددة. وكنتيجة
بديهية لهذا الأمر، أدى حذف جزء من أحرف إسم أحد الآلهة الأوغاريتيّة يام أو يم، الذي تسبب بإشاعة الخوف كإله للفوضى والعواصف،
والذي أعطى بالنتيجة الإسم أهي، الذي سينتهي
بلفظ ياهفي (على الرغم من ترجمة سيئة ألمانية أعطت
النتيجة منذ قرون للفظ يهوه).
تمتلك
كل كلمة، بيومنا هذا، أصل محدّد.
بل يُبيّن لنا علم أصل المُصطلحات التأثيل أكثر
بكثير من هذا حول العقائد وأصلها مما يمكن لأيّ كاهن أو لاهوتيّ عمله.
وهكذا، لكي
يحصل فهم صحيح، مع أخذ أهميّة الكلمة بعين الإعتبار، سيتوجب علينا،
قبل كل شيء، تعريف المصطلحات التي نتحدث عنها لتحقيق فهم أفضل وتقديم برهاننا على
ماهيّة الحياة ومتى تنتهي.
قد يهمكم الإطلاع على مواضيع ذات صلة
ليست هناك تعليقات:
إرسال تعليق